TORRES ALMENARAS DE LA COSTA ORIENTAL DE
MÁLAGA
A lo
largo de la costa malagueña, entre el interior y el mar, destaca la presencia
casi constante de unos elementos muy característicos que, necesariamente, han
de producir un fuerte impacto en el viajero y en sus propios habitantes: las Torres Almenaras.
El
término “almenara” hace referencia al fuego que se encendía en las almenas de
las torres vigías o castillos edificados en parajes elevados para dar aviso de
algún peligro a las poblaciones cercanas y servir de comunicación entre los distintos
recintos militares de la zona.
Las
Torres Almenaras, desde sus emplazamientos estratégicos, antaño grandes hitos
que marcaban distancias y alertaban de asedios y combates, no pasan hoy de ser
vestigios de la historia condenados al abandono y relegados a desempeñar un
papel meramente paisajístico.
Muchas de estas torres están enclavadas en la costa oriental, algunas ya
desaparecidas como la Torre de San Telmo y la Torre de la Tuerta, y otras en
estado de ruina irrecuperable como la Torre del Río de la Miel o La Torrecilla.
En el
trayecto de Málaga a Vélez, principal
población ésta última de la Axarquía (del árabe
“sarqiyya”: parte o región oriental), ha habido únicamente nueve torres,
entre las que hay que contar las ya desaparecidas, que conforman en cierto modo
una unidad que se muestra en esta exposición.
La
Torre de las Palomas (Málaga) pertenece al tipo de torres-tonel, debido a las
curvaturas de sus alzados que recuerdan a dicha figura. Las crónicas la sitúan
junto a la desaparecida Torre de la Tuerta.
La
Torre de los Cantales (Rincón de la Victoria) se caracteriza por su
privilegiado emplazamiento desde el que se controlaba amplias zonas de playa y
de mar.
La
Torre de Benagalbón (Benagalbón) es una de las más antiguas. Por su
emplazamiento y cota baja nos recuerda a otras torres situadas en esta parte de
la costa malacitana.
La
Torre de Chilches (Chilches) está en una zona de costa baja. Es troncocónica y
está rodeada de viviendas populares que tienden a ocultarla por alguno de sus
lados.
La
Torre de Moya (Benajarafe) supera el concepto de torre vigía entrando dentro
del tipo de pequeño fortín o torre artillera. Su planta es una mezcla de
superficies curvas y planas, semejándose mucho a la uña de un caballo.
La
Torre del Xaral (Almayate Bajo) es la única torre con planta cuadrada en la
costa oriental, buscando soluciones con superficies curvas para evitar la
vulnerabilidad y la debilidad que proporcionaban los ángulos.
La
Torre Manganeta (Almayate) es peculiar por estar sometida a un régimen de
dobles mareas muy especiales: una marea de tierra ocasionada por los arrastres
del río y otra marea vegetal que va elevando y descendiendo su nivel.
La
Torre Ladeada (Mezquitilla) está situada en una zona de costa baja completamente tumbada sobre el terreno,
conservando gran parte de su forma. En 1746 ya aparece esta denominación en
algunos mapas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario